Jesús Rocandio

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L'Ebrographe et les Logrotypes

Colección Anatole

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El circo de arena

Negros de Cuba

 

Proyecto

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Autologrotipo

1521

>

Alcahueta

1521

>

Carnicero

1521

>

Cerero

1521

>

Chantre

1521

>

Faudor

de zaharrón

1521

>

General Asparrot

1521

>

Huertano

1521

>

Matrimonio

de molineros

1521

>

Reo

1521

>

Társila

(tabernera)

1521

>

Vélez de Guevara,

corregidor

de Logroño

1521

>

Viuda acaudalada

1521

>

Voceadora

de pescado

1521

>

Cubierta

del catálogo

1997

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>

 

Colección 1521

L’ebrographe  et les logrotypes mon journal logroñés (1521-1523)

 

En 1997, a causa de las excavaciones realizadas en la muralla del Revellín logroñés, se descubrió el legado fotográfico de Martín Reveillon d´Aprés: todo un personaje en si mismo y una figura tan clave como desconocida de la historia de los procedimientos fotográficos. Dicho legado, contenido —prácticamente blindado por el  W-efekt (efecto madera: wooden-efekt)— en un cofre en el que había resistido a casi quinientos años de enterramiento y podre,  consistía en varios estuches de madera, frascas, lienzos de época, una extravagante colección de  herramientas y dieciséis imágenes que, tras una somera inspección se revelaron —nunca mejor dicho— como (para)fotográficas. Imágenes  milagrosamente bien conservadas y datadas más de trescientos años antes de la invención oficial de la fotografía.

 

La noticia de este hallazgo convulsionó y sembró el estupor entre la comunidad erudita, más aún al confirmarse su autenticidad por muy serias instituciones internacionales.  Las primeras imágenes restauradas, actualmente en exposición ambulante por los cinco continentes, fueron exhibidas por primera vez en el ayuntamiento de nuestra ciudad, que sufragó una publicación con los resultados de las primeras investigaciones. Fueron estas investigaciones las que nos pusieron sobre la pista de Reveillon d´Aprés, el fascinante autor de las "protofografías" o "ebrografías" como el mismo las llamaba, un aventurero francés afincado en Logroño, del que ya constaba la ubicación exacta de su taller en la proximidad del actual Puente de Piedra.