Naturaleza
Reportajes
Retratos
Documentales
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Laurisilva 01 Garajonay
2014
28º 09' 27" N
17º 18' 02" W
1.007 msm
1,50 x 4,50 m
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Tejo
El Sueve
Asturias
2017
43º 26´54”N
5º 14´40” W
514msm.
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Laurisilva 02 Garajonay
2014
24º 14' 08" N
17º 23' 95" W
729 msm
1,50 x 3,40 m
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Hayedo
Tres Villas
2015
43º 09' 07" N
4º 38' 27" W
1.235 msm
1,50 x 3,40 m
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Hayedo
Cocote de la Risca
2015
42º 19' 19" N
2º 40' 36" W
1.278 msm
1,50 x 3,40 m
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Hayedo 01
s/n
2015
42º 21' 92" N
2º 39' 56" W
1.372 msm
1,50 x 3,40 m
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Hayedo 02
s/n
2015
42º 21' 92" N
2º 39' 56" W
1.372 msm
1,50 x 3,40 m
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La Galga
2014
28º 42' 08" N
17º 45' 99" W
567 msm
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Puchulas
2014
42º 09' 47" N
2º 54' 07" W
863 msm
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Laguna
de las Pardillas
2012
42º 02' 27" N
3º 02' 59" W
2.029 msm
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Piarrejas
2013
42º 09' 51" N
2º 53' 44" W
874 msm
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Matapuerco
2015
42º 05' 06" N
2º 58' 39" W
1.162 msm
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Pasadilla
2015
42º 07' 21" N
2º 59' 08" W
1.009 msm
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Piedrasluengas
2014
43º 03' 33" N
4º 27' 58" W
1.231 msm
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Laguna de la Cascada
1984
42º 03' 04" N
3º 03' 08" W
1.688 msm
Platino
50 x 35 cm15
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Laguna de la Cascada
1984
42º 03' 04" N
3º 03' 08" W
1.688 msm
Platino
50 x 35 cm16
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Monte Malmaterna
Retama sphaerocarpa
2015
42º 06' 10" N
2º 50' 41" W
1.154 msm
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Los Tilos,
Garafía
2014
28º 46' 08" N
17º 49' 06" W
1.042 msm
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Costayesta
2014
42º 36' 22" N
3º 28' 09" W
984 msm
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Haya
en Frascosancho
2015
42º 20' 10" N
2º 41' 49" W
1.009 msm
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Roble de la Laguna
o Tres Mojones
Quercus petraea
2015
42º 08' 09" N
3º 04' 37" W
1.320 msm
4,50 x 1,50 m
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Robles de Tolbaños
Quercus petraea
2015
42º 05' 98" N
3º 07' 92" W
1.237 msm
4,50 x 1,50 m
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Roble en la dehesa
de la Ambrigüela
Quercus petraea
2015
42º 08' 77" N
2º 56' 30" W
993 msm
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Laguna de la Cascada
1984
42º 03' 04" N
3º 03' 08" W
1.688 msm
Platino
50 x 35 cm24
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Pino
Pynus silvestris
2015
42º 08' 12" N
3º 04' 43" W
1.237 msm
3,40 x 1,50 m
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Haya de los Pastores
Fagus Sylvática
2015
42º 12' 96" N
3º 02' 40" W
1.146 msm
3,40 x 1,50 m
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ÁRBOLES
Siempre tuve una natural tendencia a emplear mis mejores herramientas para transcribir la Naturaleza; sin pensarlo, salían de las maletas las cámaras grandes y de la misma manera, sin excesivas complicaciones semánticas, las usaba para describir sencillamente: una montaña, la niebla, el hielo, la ceniza, el agua... los árboles –siempre los árboles. Los adjetivos se los dejo al espectador.
Me siento atraído por cualquier espacio natural; cuanto menos manipulado, más a gusto a me siento. Siento una especial predilección anímica por los espacios rotundos y exigentes que me obligan procesar mi visión fotográfica, a pensar lo que voy a hacer, a preparar todos los aspectos con extremo detalle; en cambio en el bosque me cuelo como un habitante de esa metrópoli arbórea.
Lo árboles no nos necesitan para nada y en un bosque te apercibes de ello, e incluso siendo un convidado de piedra te hace sentir bien, vivo, en tu escala. Igual es por eso que dijo Nietzsche que uno se sentía bien en la Naturaleza porque ésta nunca opinaba sobre ti. En los espacios que fabricamos para vivir, la opinión sobre nosotros es constante y responde a modelos temporales y culturales, pero al bosque le das igual; los árboles llevan aquí demasiado tiempo.
Un árbol es un ser inmortal y si no lo perjudicas, al lado de su tronco centenario brotará otra rama joven y así se multiplicara hasta el infinito. Ese tiempo les ha proporcionado sabiduría y sosiego, todo envuelto en un aura de misterio. Los árboles colaboran con nosotros proporcionando el oxigeno vital, nos dispensan fruta para comer, calor de sus ramas caídas, la madera de nuestros muebles, el papel de nuestras cartas, han sido testigos de historias de amor marcadas en las cicatrices de su piel, han dado reposo y frescor al caminante y cobijo a cientos de juegos infantiles.
A medida que la sociedad necesita crear parques para ver a los árboles nos vamos alejando de la verdadera esencia de esos sabios milenarios.
Las fotografías que presento responden a la mirada fotográfica más natural de la que soy capaz, aunque para lograrlo tenga que hacer cierto despliegue técnico. Casi todas las fotografías están tomadas con una focal normal, la más parecida a la perspectiva humana; están tomadas en secciones porque son los lugares que recorre mi vista y reproduce mi visión. Se repitan o falten partes, la continuidad la pone cada quien.
En el caso de los ejemplares únicos fotografiados me planteé una visión múltiple a diferentes alturas, trabajando de la misma manera que en el bosque, sólo que en vertical. De esta manera la visión se multiplicaba por cada cambio de la perspectiva. Es una aproximación un poco cubista y, ya que la manipulación estaba servida, me permití algunos cambios en la iluminación, que los dioses de las cosas me perdonen.
Los árboles no nos necesitan; nosotros los necesitamos hasta para fotografiarlos.